“Ya no estoy loco, soy sólo mentalmente divergente, ahora lo sé. Quiero que me ayudes, quiero mejorar, quiero mejorar...”. La historia es surrealista en muchos aspectos, pero es con esas palabras con las que tal vez el absurdo alcanza su cenit. La psiquiatra ha hallado ya pruebas más que suficientes de que la historia de su paciente es verídica pero éste, como en algunos trastornos mentales, ha decido negar una …