Hace 2 horas | Por helia a publico.es
Publicado hace 2 horas por helia a publico.es

Como parte del tejido social, jueces, abogados o fiscales no están exentos de los prejuicios y valores patriarcales que sostienen la violencia machista. Ni siquiera la brutalidad del caso Pélicot ha sido suficiente para frenar estas usuales humillaciones y cuestionamientos sobre una mujer como Gisèle, a la que su exmarido drogó de forma sistemática y durante casi diez años para luego ofrecerla a otros hombres y grabar cómo la violaban.

Comentarios

themarquesito

El inevitable problema de cómo evitar la revictimización manteniendo las garantías procesales.
¿Cómo lo ves,PasaPolloPasaPollo ?

GuillermoBrown

Cuando se dijo que esta mujer es muy valiente, se incluía en ese adjetivo el hecho de que tiene que hacer frente a las defensas de los acusados, que por supuesto son duras, es lógico.

El_empecinado

El trabajo de un abogado defensor es conseguir que su cliente sea declarado inocente, independientemente de que haya cometido el delito o no. Para demostrar que lo hizo ya está el Fiscal y el abogado de la acusación. Para juzgar los hechos y emitir un veredicto está el juez. Cada uno tiene su papel y no podemos pretender subvertir ahora el sistema.

Otra cosa sería que el abogado mintiera. Eso sería legalmente reprobable, lo de este caso es, en todo caso, moralmente reprobable.