No ha habido un caso similar en todo el país durante más de una década, en siglos pasados fue una enfermedad mucho más común. De hecho, una vez jugó un papel clave en uno de los descubrimientos más importantes en la historia médica.
"El último caso debidamente documentado de contagio se dio en 2011, después de que un estudiante de la Universidad de Illinois la contrajera accidentalmente mientras manejaba muestras de laboratorio.La mecanización del proceso de ordeñado ha sido una de las principales causas de la disminución del número de contagios a humanos, ya que muy pocas personas lo siguen haciendo a mano. A día de hoy, los principales vectores de la enfermedad son los roedores silvestres, que pueden contagiar a gatos callejeros y estos a su vez podrían morder a algún humano.
El virus que salvó a miles de personas
Si hay algo por lo que es conocida históricamente la viruela bovina por el papel tan importante que tuvo en la creación de la vacuna del virus de la viruela, una variante mucho más peligrosa que causaba ampollas y fiebres muy altas y, en los casos más graves, la muerte.
Una de las primeras personas en comprobar los efectos de la inmunización fue Lady Mary Montagu. La aristócrata, esposa del embajador británico en Turquía, había viajado con su marido hasta Estambul en 1717 cuando observó que las mujeres de la zona usaban agujas impregnadas con pus extraída de las ampollas de enfermos de viruela para pinchar a sus hijos y a ellas mismas con el fin de prevenir el contagio del virus.
Al comprobar que la inmensa mayoría de ellas nunca enfermaban, Lady Mary, que había visto morir a su hermano a causa de aquella enfermedad, decidió hacerlo con sus hijos y, una vez de vuelta a Inglaterra, se encargó de hacer saber a sus compatriotas las ventajas de lo que los turcos llamaban variolización.
Desde entonces, varios personajes de renombre se animaron a probarlo en su propio organismo, aunque seguía habiendo muchos detractores. En primer lugar porque inocularse fluidos procedentes de enfermos de un virus mortal les parecía una actitud lógicamente arriesgada y, en segundo lugar, porque entre el 1 y el 3% de los que lo hacían contraían la enfermedad y morían.
No fue hasta 1796 cuando se desarrolló la vacuna que tantas vidas salvaría. El encargado de hacerlo fue Edward Jenner, un médico rural que había observado cómo las ordeñadoras que se contagiaban de la viruela bovina nunca llegaban a desarrollar el virus que a tantos humanos estaba matando. Había escuchado hablar sobre la variolización, pero buscaba un método más seguro. De repente lo vio claro.
La viruela bovina no era grave, por lo que en el peor de los casos el paciente sobreviviría. Por eso, decidió extraer pus de las ampollas de una lechera enferma de viruela bovina e inoculársela a un niño de ocho años. Unos días después, el pequeño cayó levemente enfermo, pero se recuperó sin problemas. Una vez curado, Jenner le inoculó el virus de la otra viruela, pero afortunadamente el chico nunca llegó a desarrollarla.
Lógicamente, sus prácticas no fueron las más ortodoxas y, a buen seguro, hoy en día iría acabaría en la cárcel con razón. Sin embargo, gracias a aquellos temerarios experimentos y a las posteriores versiones mejoradas que se llevaron a cabo, se pudo desarrollar una vacuna segura que en 1979 consiguió erradicar totalmente la temida viruela de la naturaleza.
A día de hoy, la viruela y la peste bovina son las únicas enfermedades que se consideran totalmente erradicadas de la faz de la Tierra. Sin embargo, otras solo están aletargadas gracias al efecto de cientos de vacunas que fueron desarrolladas después de que Jenner diera aquel paso. Si la población dejará de vacunarse despertarían, dando lugar a casos mucho más preocupantes que los de este adolescente de Gales".
"El último caso debidamente documentado de contagio se dio en 2011, después de que un estudiante de la Universidad de Illinois la contrajera accidentalmente mientras manejaba muestras de laboratorio.La mecanización del proceso de ordeñado ha sido una de las principales causas de la disminución del número de contagios a humanos, ya que muy pocas personas lo siguen haciendo a mano. A día de hoy, los principales vectores de la enfermedad son los roedores silvestres, que pueden contagiar a gatos callejeros y estos a su vez podrían morder a algún humano.
El virus que salvó a miles de personas
Si hay algo por lo que es conocida históricamente la viruela bovina por el papel tan importante que tuvo en la creación de la vacuna del virus de la viruela, una variante mucho más peligrosa que causaba ampollas y fiebres muy altas y, en los casos más graves, la muerte.
Una de las primeras personas en comprobar los efectos de la inmunización fue Lady Mary Montagu. La aristócrata, esposa del embajador británico en Turquía, había viajado con su marido hasta Estambul en 1717 cuando observó que las mujeres de la zona usaban agujas impregnadas con pus extraída de las ampollas de enfermos de viruela para pinchar a sus hijos y a ellas mismas con el fin de prevenir el contagio del virus.
Al comprobar que la inmensa mayoría de ellas nunca enfermaban, Lady Mary, que había visto morir a su hermano a causa de aquella enfermedad, decidió hacerlo con sus hijos y, una vez de vuelta a Inglaterra, se encargó de hacer saber a sus compatriotas las ventajas de lo que los turcos llamaban variolización.
Desde entonces, varios personajes de renombre se animaron a probarlo en su propio organismo, aunque seguía habiendo muchos detractores. En primer lugar porque inocularse fluidos procedentes de enfermos de un virus mortal les parecía una actitud lógicamente arriesgada y, en segundo lugar, porque entre el 1 y el 3% de los que lo hacían contraían la enfermedad y morían.
No fue hasta 1796 cuando se desarrolló la vacuna que tantas vidas salvaría. El encargado de hacerlo fue Edward Jenner, un médico rural que había observado cómo las ordeñadoras que se contagiaban de la viruela bovina nunca llegaban a desarrollar el virus que a tantos humanos estaba matando. Había escuchado hablar sobre la variolización, pero buscaba un método más seguro. De repente lo vio claro.
La viruela bovina no era grave, por lo que en el peor de los casos el paciente sobreviviría. Por eso, decidió extraer pus de las ampollas de una lechera enferma de viruela bovina e inoculársela a un niño de ocho años. Unos días después, el pequeño cayó levemente enfermo, pero se recuperó sin problemas. Una vez curado, Jenner le inoculó el virus de la otra viruela, pero afortunadamente el chico nunca llegó a desarrollarla.
Lógicamente, sus prácticas no fueron las más ortodoxas y, a buen seguro, hoy en día iría acabaría en la cárcel con razón. Sin embargo, gracias a aquellos temerarios experimentos y a las posteriores versiones mejoradas que se llevaron a cabo, se pudo desarrollar una vacuna segura que en 1979 consiguió erradicar totalmente la temida viruela de la naturaleza.
A día de hoy, la viruela y la peste bovina son las únicas enfermedades que se consideran totalmente erradicadas de la faz de la Tierra. Sin embargo, otras solo están aletargadas gracias al efecto de cientos de vacunas que fueron desarrolladas después de que Jenner diera aquel paso. Si la población dejará de vacunarse despertarían, dando lugar a casos mucho más preocupantes que los de este adolescente de Gales".
#12 Si que lo he admitido y he cambiado el titular, he hecho una mala interpretación del mismo... y te doy la razón. Y el que se está embalando aquí eres tu.
Comentarios
Copia y pega de un medio apañó:
"El último caso debidamente documentado de contagio se dio en 2011, después de que un estudiante de la Universidad de Illinois la contrajera accidentalmente mientras manejaba muestras de laboratorio.La mecanización del proceso de ordeñado ha sido una de las principales causas de la disminución del número de contagios a humanos, ya que muy pocas personas lo siguen haciendo a mano. A día de hoy, los principales vectores de la enfermedad son los roedores silvestres, que pueden contagiar a gatos callejeros y estos a su vez podrían morder a algún humano.
El virus que salvó a miles de personas
Si hay algo por lo que es conocida históricamente la viruela bovina por el papel tan importante que tuvo en la creación de la vacuna del virus de la viruela, una variante mucho más peligrosa que causaba ampollas y fiebres muy altas y, en los casos más graves, la muerte.
Una de las primeras personas en comprobar los efectos de la inmunización fue Lady Mary Montagu. La aristócrata, esposa del embajador británico en Turquía, había viajado con su marido hasta Estambul en 1717 cuando observó que las mujeres de la zona usaban agujas impregnadas con pus extraída de las ampollas de enfermos de viruela para pinchar a sus hijos y a ellas mismas con el fin de prevenir el contagio del virus.
Al comprobar que la inmensa mayoría de ellas nunca enfermaban, Lady Mary, que había visto morir a su hermano a causa de aquella enfermedad, decidió hacerlo con sus hijos y, una vez de vuelta a Inglaterra, se encargó de hacer saber a sus compatriotas las ventajas de lo que los turcos llamaban variolización.
Desde entonces, varios personajes de renombre se animaron a probarlo en su propio organismo, aunque seguía habiendo muchos detractores. En primer lugar porque inocularse fluidos procedentes de enfermos de un virus mortal les parecía una actitud lógicamente arriesgada y, en segundo lugar, porque entre el 1 y el 3% de los que lo hacían contraían la enfermedad y morían.
No fue hasta 1796 cuando se desarrolló la vacuna que tantas vidas salvaría. El encargado de hacerlo fue Edward Jenner, un médico rural que había observado cómo las ordeñadoras que se contagiaban de la viruela bovina nunca llegaban a desarrollar el virus que a tantos humanos estaba matando. Había escuchado hablar sobre la variolización, pero buscaba un método más seguro. De repente lo vio claro.
La viruela bovina no era grave, por lo que en el peor de los casos el paciente sobreviviría. Por eso, decidió extraer pus de las ampollas de una lechera enferma de viruela bovina e inoculársela a un niño de ocho años. Unos días después, el pequeño cayó levemente enfermo, pero se recuperó sin problemas. Una vez curado, Jenner le inoculó el virus de la otra viruela, pero afortunadamente el chico nunca llegó a desarrollarla.
Lógicamente, sus prácticas no fueron las más ortodoxas y, a buen seguro, hoy en día iría acabaría en la cárcel con razón. Sin embargo, gracias a aquellos temerarios experimentos y a las posteriores versiones mejoradas que se llevaron a cabo, se pudo desarrollar una vacuna segura que en 1979 consiguió erradicar totalmente la temida viruela de la naturaleza.
A día de hoy, la viruela y la peste bovina son las únicas enfermedades que se consideran totalmente erradicadas de la faz de la Tierra. Sin embargo, otras solo están aletargadas gracias al efecto de cientos de vacunas que fueron desarrolladas después de que Jenner diera aquel paso. Si la población dejará de vacunarse despertarían, dando lugar a casos mucho más preocupantes que los de este adolescente de Gales".
#1 #2 Se os esta pasando el concepto más obvio...
Empieza a apretar el calor, las hormonas pegan duro y las vacas tienen unos andares...
#4 Lo que sea por tocar
tetaubre.#2 Aunque has dicho que has copiado y pegado, positivo por los huevos de meter semejante ladrillo, que es más largo que el artículo del envío
#0 El titular no dice eso: una enfermedad que "no es común desde el siglo XVII"
"A UK Teen Has Caught a Disease That Hasn't Been Common Since The 18th Century "
#5 ¿Y?
La peste bovina podría ser declarada oficialmente extinta
La peste bovina podría ser declarada oficialmente ...
elmercuriodigital.es#9 ¿Y sigues en tus trece? Ni se creía extinto (como dice tu titular inventado) ni tu enlace aporta nada. No nos hagas perder el tiempo.
#10 Habla sólo por ti chaval.
#11 Encima que no admites nada te pones chulo. Vale.
#12 Si que lo he admitido y he cambiado el titular, he hecho una mala interpretación del mismo... y te doy la razón. Y el que se está embalando aquí eres tu.
Le mordió una ternera. ¿Qué será lo próximo? ¿Una cabra?
#6 Pero no dice dónde
Pues mira ya está vacunado.
Si es que las visten como putas y luego pasa lo que pasa...
#8 Ya te digo. Van todas enteras de cuero.
Entre el titular y la entradilla hay algo que cruje....
Pues mira, ya está inmunizado por si cae una epidemia mundial de viruela, que de las vacas con viruela bovina salió lo de la vacuna.