Imaginemos que en mitad de Falcon Crest, aparecieran vampiros, licántropos o duendes, pero no en el contexto de una fantasía urbana o de un mundo alternativo, ni de forma ruidosa y masiva, no. Simplemente, Angela Channing resulta ser una vampira y de vez en cuando tiene que salir de noche a succionar la vida de alguna víctima. Algo que vemos solo una o dos veces por capítulo, afectando a la trama lo mismo o menos que una caída en bolsa de sus acciones, la celebración de una boda o la aparición de un bastardo indeseado.
|
etiquetas: blackwater , culebrón , pulp , literatura gótica