En alguna estación de la línea U3 del metro de Berlín, un tren se detiene unos pocos minutos, tiempo suficiente para que cinco grafiteros pinten un vagón entero antes de que el tren se ponga nuevamente en marcha. Una vez han acabado, abandonan las vías corriendo y dejan que su obra circule por la ciudad durante las próximas 48 horas, hasta que limpien el vagón y el graffiti desaparezca para siempre.
|
etiquetas: graffiti , metro , vagón , bombardeo