Steve Wood estuvo desplegado en Guantánamo en 2004. Sigue en contacto con el prisionero que custodiaba, se ha convertido al Islam y cuenta las secuelas del trabajo en el limbo legal que creó la Administración Bush. “No hay un solo día que no piense en Guantánamo”, explica a elDiario.es Steve Wood. Cuando el soldado llegó a Guantánamo en 2004, como miembro de la Guardia Nacional de Oregón, tenía 24 años. La operación duró un año y nunca más ha vuelto a pisar la base militar de Estados Unidos en Cuba.
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