Publicado hace 4 horas por Lemmings a espaciosumanocero.blogspot.com

Los tiempos del caminar son tiempos disidentes, confabulan contra esa competitividad erigida en eje axial de la vida humana. Caminar despacio atendiendo a lo que ocurre en nuestro derredor se yergue en crítica vivencial a un discurso que ordena ligereza y prontitud, e incita al atajo. Caminar transmuta nuestra relación con el tiempo, pero también con el cuerpo, y con el silencio, puesto que caminar es una manera muy fértil de que yo y yo acaben entablando una conversación llena de matices.

Comentarios

glezjor

Muy de acuerdo con estas reflexiones, disfrutar de las cosas pequeñas es pura trasgresión.
Recuerdo conversaciones con compañeros de trabajo nuestras experiencias al subir a la montaña, ellos me hablaban de tiempo, marcas, velocidad, altitud y claro en buena medida se perdían el sonido de las gotas de agua que se condensaban entre las hojas de los árboles cuando las nubes bajas atravesaban el sendero

cayojuliocesar

Están las élites asustadas y llorando porque tú estás caminando y leyendo en silencio disidente,la revolución a punto de llegar de manos de hordas de gente silenciosa.
En fin

K

Hace poco escribí para un texto que «si hay mucha prisa en hacer algo, con bastante probabilidad ese algo no tiene la menor importancia para lo importante de la vida».
Ejemplos: Escapar de un incendio, juntar para la renta y que no te echen del piso, o comer cuando tienes hambre.....