Cuando la prensa anunció que el acorazado "Pelayo" iba a venir durante la Feria de Julio de 1896, la ciudad enloqueció de contento y las autoridades decidieron echar la casa por la ventana. Los bailes, los cafés, las fondas, el comercio, todo se animaba con la presencia de cientos de marinos en las calles. Y aunque España estaba metida en una horrible guerra contra los rebeldes independentistas cubanos, o precisamente por ello, la presencia del acorazado, escoltado por dos cruceros, tuvo la virtud de despertar las mejores fibras patrióticas.
|
etiquetas: valencia , pelayo , guerra , cuba