Hace 15 años | Por superxai a elmundo.es
Publicado hace 15 años por superxai a elmundo.es

Érase una vez un chavalillo risueño, con la mirada ávida y el pelo ensortijado, que a los nueve años se lanzó solo y en metro a la conquista de Nueva York. Su madre le dio un billete, un plano con las estaciones, 20 dólares para emergencias y calderilla por si necesitaba llamar desde una cabina. Le regaló un beso de despedida y le deseó suerte en su primera gran aventura urbana: del Upper East Side a su casa en el Midtown.

Comentarios

Golan_Trevize

Magnífico artículo.

Creo que la actual hiperprotección hacia los niños está jugando a favor de las alimañas políticas, pues educar y criar a niños solitarios, cuya base de aprendizaje consiste en videojuegos y televisión, allana mucho el camino para obtener adultos aborregados a los que manipular a sus anchas.

Y no sólo en EEUU. Yo me crié jugando en la calle, con otros niños. En verano salía por la mañana, y volvía a casa para comer y dormir. El resto era un continuo deambular por las calles, el campo que circundaba el pueblo... y utilizar todo este espacio como campo de juegos es una experiencia de la que no se debería privar a un niño. Hoy en día eso es casi impensable.

Magnífica iniciativa la de esta mujer.

Crocodile

Yo recuerdo ir sin mis padres a las escuela con siete años(y era un buen trecho), como a los ocho años ya me recorria la ciudad con mis amigos, en verano, a las dos de la madrugada estabamos jugando "al bote" en el portal con 13 años, jamás he tenido nunca ningun problema.

El artículo me parece estupendo y necesario para algunos, hoy en día dejan a los niños con la tele o internet de niñera y claro, eso es muy fácil.

dulaman

"Los padres deberíamos preocuparnos por riesgos más reales, y por supuesto ponerles el cinturón en el coche o el casco cuando se suben a la bici". Totalmente de acuerdo.