En los últimos meses S&P ha intentado varias defensas, que han sido crecientemente delirantes, pero la última se lleva la palma. Dice de sus propias calificaciones que “no son indicadores de la calidad de la inversión, no son recomendaciones de compra, venta o mantenimiento de la posición, y no deberían usarse como base para aconsejar inversiones”. Entonces, ¿a cambio de qué cobraba S&P? Traducción casi completa en comentario 1. Relacionada Standard & Poor's demanda al gobierno de los Estados Unidos (EN)
#1:
S&P INTENTA UNA DEFENSA DESESPERADA CONTRA LA DEMANDA DEL GOBIERNO
Todo el mundo quiere ver a los autores de la crisis financiera castigados, pero hay que sentir un poco de pena por Standard & Poors, la agencia de ratings demandada por el gobierno por su papel en el desastre.
S&P está claramente contra la pared en este caso. Llegamos a esta conclusión por la desesperada defensa que presentó en los tribunales la semana pasada: que la demanda federal era una represalia por la rebaja de calificación al gobierno en agosto de 2011.
Como táctica de distracción, es brillante (atrajo mucha atención en los periódicos y webs de noticias). Pero como argumento legal, es claramente absurda. Y es un torpe intento de apartar el tema principal, si la firma es realmente culpable de fraude.
Hay mucho en juego en esta batalla legal. El gobierno busca recuperar más de 5000 millones de dólares en pérdidas que la empresa supuestamente provocó al darle a activos hipotecarios tóxicos unas inapropiadas calificaciones máximas.
La demanda, presentada en febrero en un juzgado federal de Santa Ana, cita numerosos emails e informes internos que sugieren que S&P sabía que el mercado hipotecario se estaba hundiendo. Aún así, la firma mantuvo las clasificaciones brillantes a los activos inmobiliarios que servían a sus clientes: los bancos que emitían los pésimos activos, pero los necesitaban revestir de clasificaciones AAA antes de lanzarse a por los inversores.
El gobierno alega que S&P cometió fraude al asegurar de forma continuada que sus procesos de rating eran inmunes a la presión de los clientes y por tanto rigurosamente objetivos. En otras palabras, los inversores que compraron los activos hipotecarios pensando que las calificaciones de S&P eran fruto de un análisis inmaculado fueron engañados.
En los últimos meses S&P ha intentado varias defensas, que han sido crecientemente delirantes, pero la última, presentada en el juzgado la semana pasada, se lleva la palma.
Veamos primero la defensa de “la represalia”. Lo que resulta encantador de ella es que hay gente en el mundo que todavía se toma en serio la rebaja de crédito al gobierno de 2011. En concreto, los abogados de S&P.
La rebaja tuvo grandes titulares durante unas horas en 2011. S&P había avisado durante meses de que se iba a producir, porque la maquin aria de Washington no conseguía reducir el déficit federal. Muchos analistas decían que la rebaja haría que subieran los intereses de la deuda pública, aumentando los costes de financiación del gobierno. “Creará incertidumbre”, era el comentario general.
¿Qué pasó cuando llegó la rebaja? Los tipos de interés de hecho bajaron. El bono a 10 años, que estaba en el 2,56% el día de la rebaja, cayó a 1,62% en mayo (desde entonces ha vuelto a subir, sobre todo por los temores de que la Reserva Federal acabe con las inyecciones). Desde entonces, la maquinaria de Washington se habrá vuelto peor, pero es que lo cierto es que ha recortado el déficit a la mitad como porcentaje del PIB.
En su demanda de la semana pasada, S&P no dice quien habría ordenado la supuesta represalia, o como o por qué a nadie del gobierno le importaría la rebaja, visto como se han desarrollado los acontecimientos, que lo que han hecho es dañar todavía más la ya maltrecha reputación de S&P como experto financiero.
Lo que se perdió en la cobertura mediática de la demanda por la demanda de represalia es otra defensa aún más sorprendente que S&P ofrecía en el mismo documento. En ella, S&P argumenta básicamente que para empezar, nadie debería haberse tomado en serio sus calificaciones. Las calificaciones, dice, “no son indicadores de la calidad de la inversión, no son recomendaciones de compra, venta o mantenimiento de la posición, y no deberían usarse como base para aconsejar inversiones”.
Esto nos lleva directamente al tema de qué se supone que hacen las empresas de rating. Están en el mercado para dar asesoramiento a los inversores. Si eres un inversor que quiere comprar instrumentos de crédito, la pregunta número uno es “¿Cómo de solvente es el vendedor?” Esa es la pregunta por la que existen empresas como S&P.
Si no es eso, ¿a cambio de qué cobraba S&P? Sus abogados no lo dicen, pero los entendidos en el negocio financiero sí: la empresa proporcionaba cobertura. Ningún intermediario de activos sería despedido por lanzarse con un activo hipotecario, por muy dudoso que fuera, si llevaba el seal of approval de S&P (o de sus rivales Moody’s y Fitch).
Esos ratings que S&P dice ahora que no significaban nada, por cierto, no eran baratos: S&P cobraba hasta 750.000 dólares, por una parte de una cesta de activos inmobiliarios llamada “obligación de deuda colateralizada”. La empresa recaudó más de 1000 millones en facturación a bancos de inversión, y otros emisores, por todo tipo de activos inmobiliarios entre 2005 y 2007, el periodo en el que el gobierno dice que inflaron sus clasificaciones.
Los intermediarios fueron eximidos de llevar a cabo sus propias evaluaciones para comprobar si préstamos hipotecarios monstruosamente malos se escondían tras esos activos: se suponía que S&P ya lo había comprobado. El gobierno alega que S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones porque temía que la medida le hiciera perder cuota de mercado en el negocio de calificar activos inmobiliarios. A nadie le gustan los aguafiestas, y tampoco nadie paga para que le den una mala calificación.
#2:
Muy interesante, espero que caigan al hoyo, y con esta defensa, se lleven a todas las empresas de rating con ellos.
#5:
¿Pero realmente hacía falta que ellos mismo lo dijeran?
en el documental "Inside job", cuando le preguntaron a unos directivos de agencias de calificación, todos decían que solo eran sus opiniones....
#9:
Me ha costado, pero aquí es donde están estos sinverguenzas en España:
STANDARD & POORS
Marqués de Villamejor, 5
28006 , MADRID
#37:
#30un asesoramiento malo, inadecuado o errado no es una estafa (o no tiene porqué) La estafa requiere engaño bastante y previo y el engaño requiere dolo, voluntad y conocimiento Pues parece que había de todo eso. Según el artículo
S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones
S&P INTENTA UNA DEFENSA DESESPERADA CONTRA LA DEMANDA DEL GOBIERNO
Todo el mundo quiere ver a los autores de la crisis financiera castigados, pero hay que sentir un poco de pena por Standard & Poors, la agencia de ratings demandada por el gobierno por su papel en el desastre.
S&P está claramente contra la pared en este caso. Llegamos a esta conclusión por la desesperada defensa que presentó en los tribunales la semana pasada: que la demanda federal era una represalia por la rebaja de calificación al gobierno en agosto de 2011.
Como táctica de distracción, es brillante (atrajo mucha atención en los periódicos y webs de noticias). Pero como argumento legal, es claramente absurda. Y es un torpe intento de apartar el tema principal, si la firma es realmente culpable de fraude.
Hay mucho en juego en esta batalla legal. El gobierno busca recuperar más de 5000 millones de dólares en pérdidas que la empresa supuestamente provocó al darle a activos hipotecarios tóxicos unas inapropiadas calificaciones máximas.
La demanda, presentada en febrero en un juzgado federal de Santa Ana, cita numerosos emails e informes internos que sugieren que S&P sabía que el mercado hipotecario se estaba hundiendo. Aún así, la firma mantuvo las clasificaciones brillantes a los activos inmobiliarios que servían a sus clientes: los bancos que emitían los pésimos activos, pero los necesitaban revestir de clasificaciones AAA antes de lanzarse a por los inversores.
El gobierno alega que S&P cometió fraude al asegurar de forma continuada que sus procesos de rating eran inmunes a la presión de los clientes y por tanto rigurosamente objetivos. En otras palabras, los inversores que compraron los activos hipotecarios pensando que las calificaciones de S&P eran fruto de un análisis inmaculado fueron engañados.
En los últimos meses S&P ha intentado varias defensas, que han sido crecientemente delirantes, pero la última, presentada en el juzgado la semana pasada, se lleva la palma.
Veamos primero la defensa de “la represalia”. Lo que resulta encantador de ella es que hay gente en el mundo que todavía se toma en serio la rebaja de crédito al gobierno de 2011. En concreto, los abogados de S&P.
La rebaja tuvo grandes titulares durante unas horas en 2011. S&P había avisado durante meses de que se iba a producir, porque la maquin aria de Washington no conseguía reducir el déficit federal. Muchos analistas decían que la rebaja haría que subieran los intereses de la deuda pública, aumentando los costes de financiación del gobierno. “Creará incertidumbre”, era el comentario general.
¿Qué pasó cuando llegó la rebaja? Los tipos de interés de hecho bajaron. El bono a 10 años, que estaba en el 2,56% el día de la rebaja, cayó a 1,62% en mayo (desde entonces ha vuelto a subir, sobre todo por los temores de que la Reserva Federal acabe con las inyecciones). Desde entonces, la maquinaria de Washington se habrá vuelto peor, pero es que lo cierto es que ha recortado el déficit a la mitad como porcentaje del PIB.
En su demanda de la semana pasada, S&P no dice quien habría ordenado la supuesta represalia, o como o por qué a nadie del gobierno le importaría la rebaja, visto como se han desarrollado los acontecimientos, que lo que han hecho es dañar todavía más la ya maltrecha reputación de S&P como experto financiero.
Lo que se perdió en la cobertura mediática de la demanda por la demanda de represalia es otra defensa aún más sorprendente que S&P ofrecía en el mismo documento. En ella, S&P argumenta básicamente que para empezar, nadie debería haberse tomado en serio sus calificaciones. Las calificaciones, dice, “no son indicadores de la calidad de la inversión, no son recomendaciones de compra, venta o mantenimiento de la posición, y no deberían usarse como base para aconsejar inversiones”.
Esto nos lleva directamente al tema de qué se supone que hacen las empresas de rating. Están en el mercado para dar asesoramiento a los inversores. Si eres un inversor que quiere comprar instrumentos de crédito, la pregunta número uno es “¿Cómo de solvente es el vendedor?” Esa es la pregunta por la que existen empresas como S&P.
Si no es eso, ¿a cambio de qué cobraba S&P? Sus abogados no lo dicen, pero los entendidos en el negocio financiero sí: la empresa proporcionaba cobertura. Ningún intermediario de activos sería despedido por lanzarse con un activo hipotecario, por muy dudoso que fuera, si llevaba el seal of approval de S&P (o de sus rivales Moody’s y Fitch).
Esos ratings que S&P dice ahora que no significaban nada, por cierto, no eran baratos: S&P cobraba hasta 750.000 dólares, por una parte de una cesta de activos inmobiliarios llamada “obligación de deuda colateralizada”. La empresa recaudó más de 1000 millones en facturación a bancos de inversión, y otros emisores, por todo tipo de activos inmobiliarios entre 2005 y 2007, el periodo en el que el gobierno dice que inflaron sus clasificaciones.
Los intermediarios fueron eximidos de llevar a cabo sus propias evaluaciones para comprobar si préstamos hipotecarios monstruosamente malos se escondían tras esos activos: se suponía que S&P ya lo había comprobado. El gobierno alega que S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones porque temía que la medida le hiciera perder cuota de mercado en el negocio de calificar activos inmobiliarios. A nadie le gustan los aguafiestas, y tampoco nadie paga para que le den una mala calificación.
#5 Interesante documental, pero lo que más me llamó la atención es lo que decía Christine Lagarde en ese documental y lo que dice ahora, pura hipocresía en su máxima expresión.
A mí a lo que me lleva todo esto es a una regla práctica: nunca te fies de una tasación o un rating pagado por el vendedor. Fíate solamente si lo ha pagado el comprador.
No he encontrado la ley tal cuál. Espero que esto te valga para investigar el asunto, yo se lo oí mencionar a Juan Ramón Rallo en una conferencia pero hace ya tiempo, así que no recuerdo bien todos los detalles.
Mirar hace unos años había muchas más agencias de calificación y el mercado estaba liberalizado, las agencias vivían de su credibilidad, nadie tiene una bola de cristal y menos en economía pero al menos vivían de su credibilidad.
Hubo un escándalo cuando una gran empresa callo la gente pidió el gobierno que hiciera algo y se quejaban por la equivocación de las agencias que habían valorado erróneamente la deuda de esa empresa como poco arriesgada, entonces el gobierno de EEUU lo que hizo es hacer oficiales a 3 agencias de calificación, creo que 3 sino me equivoco, que son las que conocéis ahora que siempre salen en las noticias.
Aparte se obligo por ley a tener que usar sus servicios obligatoriamente para la compra de ciertos activos, resultado ahora ya no viven de su credibilidad, es un oligopolio y además obtienen sus beneficios de un mercado cautivo la gente tiene que acudir a ellas para ciertas cosas si o si.
Es una de tantas de esas veces que el gobierno con la mejor de las intenciones da una solución que es peor que el problema. Y es que en el mundo, en economía, hay incertidumbre no riesgo.
no se si ponerme a reir o a llorar. A reir mejor, que fuerte me parece! y esto es una defensa legal? que clase de abogados tiene esta gente? espera si, esos de 500 dolares la hora!
#51 Es como la defensa de los presidentes/consejeros de las cajas puestos a dedo por nuestros políticos que alegaban no tener ni puñetera idea de contabilidad, que simplemente se limitaban a cobrar sus grandísimos sueldos y a vivir que son dos días.
En mi opinión esa alegación más que un eximente/atenuante es un clarísimo agravante: ¿si no sabes pa' qué te metes? ¿y por qué cojones un político te pone ahí sabiendo que no tienes ni la menor capacitación para el cargo? a mi me parece un ejemplo de libro de delito (¿prevaricación?), pero míralos ahí los tienes a todos más contentos que un ocho y a nosotros pagando el agujero que han creado para llenarse sus bolsillos
Ahora, sigo diciendo que el dia despues al estallido de la I Gran Crisis Mundial Quemecagotoa del 2008, se le tenian que haber desposeido a todos los economistas y asimilados de sus titulos universitarios, capacitaciones, y demas documentos analogos.
Joder, si esto, no lo veian venir, y aun estando sentados encima del dragon, no notaban el calorcito, una de dos, o son todos un atajo de retrtasados, u hoygan, ni puta idea de esto tienen, llabeuste....
Es como cuando ibas al banco a pedir una hipoteca y te decían que hacía falta una tasación... de una sociedad de tasaciones independiente y que ya la pedían ellos
Coño, entonces, ¿a qué se dedicaban? A opinar?
¿Montas un negocio impresionante sólo para que tus empleados opinen en torno a una mesa? ¿y les pagas para eso?
Si recibes un encargo, ¿no avisas a tu cliente que sólo son tus opiniones sin fundamento?
¿Hay más payasos como estos en el mundo de la economía?
#29 Probablemente no! El problema es que para llegar a optar a un puesto de esos tienes que ser una persona sin escrúpulos, apuñalar a algún compañero por la espalda y practicar el cinismo sin que afecte a tu descanso. Y la gente así para mi es indesable, sin embargo hay que serlo para llegar a las grandes esferas, el sistema ha degenerado en eso...
Sus calificaciones de estas agencias no valen nada. Y tampoco vale nada todo lo que salió y sale en los medios de comunicación con "información" originada en las calificadoras. Son millones de horas perdidas frente al televisor y millones de árboles talados convertidos en las mentiras de éstos y otros estafadores. Pero lo peor el daño que han hecho a toda la humanidad. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo en "expertos" que no lo son?
#3 Me parece que hablas de hace 5 años. Ahora mismo no creo que haya tanta gente que crea en ellas. De hecho, al menos entre gente mínimamente informada, tienen una pésima imagen, y cero credibilidad. Este mismo artículo meneado, con ese tono concluyente y hasta sarcástico, habría sido impensable hace algún tiempo en un periódico americano.
#20 No. Las operaciones de compra que ya se cerraron, cerradas están. No puedes ir dos años después a un tipo que te compró un bono y decirle "oye, que de aquel bono que me compraste, me tienes que dar ahora algo más de dinero".
Para lo que sí debería servir esto es para quitarle valor, y por tanto influencia sobre el mercado, a las opiniones de estos vendemotos.
Para mi lo más hipócrita es que al derecho de la noticia aparece el índice S&P500, que son las 500 empresas donde te recomienda Standard y Poors poner la pasta. No se dan cuenta los del diario???
Las Agencias de calificaciones no tienen la obligación de garantizar la buena marcha de los mercados ni el respeto a las normativas nacionales, tampoco velan por la seguridad de las inversiones ni la buena fe de los gestores de las entidades financieras...digo yo que tampoco toman las decisiones de compraventa, digo yo...pero bueno, igual si estamos mareando la perdiz con tonterías durante unos años, se acostumbra el personal o se desenfada...digo yo...un asesoramiento malo, inadecuado o errado no es una estafa (o no tiene porqué) La estafa requiere engaño bastante y previo y el engaño requiere dolo, voluntad y conocimiento...
#30. Si el consejo o asesoramiento es malo o erróneo, no es estafa, pero si lo haces adrede, sí, porque estás cobrando por unos informes que sabes que son falsos y engañas dolosamente a tu cliente.
Y si encima eres una firma importante, dicho engaño es bastante como para hacer caer a tus clientes.
Ahora falta saber la causa, el porqué, de dicha mentira y engaños constantes.
#30un asesoramiento malo, inadecuado o errado no es una estafa (o no tiene porqué) La estafa requiere engaño bastante y previo y el engaño requiere dolo, voluntad y conocimiento Pues parece que había de todo eso. Según el artículo
S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones
#34#37 Yo no digo que no haya habido engaño (lo cierto es que tampoco sé más detalles y hablo por lo que leo aquí) pero la clave está, en los delitos de estafa y en nuestro código penal, en el "bastante". No basta con el engaño, éste debe ser suficiente para vencer la debida diligencia de la otra parte de tal manera que la obligue a realizar un acto de disposición favorable al estafador que no se hubiera producido sin ese engaño.
Es posible que las agencias intentaran engañar a sus clientes, pero también es posible que éstos se dejaran engañar por su propia conveniencia y no comprobarán diligentemente la veracidad de la información que se les suministraba con lo que no habría estafa.
Ésto, repito, aquí en España y con lo que sabemos del sumario que es más bien poco.
Salvo mejor opinión, por supuesto. Supongo que actuaron de mala fe, pero me da que no fueron los únicos...
Comentarios
S&P INTENTA UNA DEFENSA DESESPERADA CONTRA LA DEMANDA DEL GOBIERNO
Todo el mundo quiere ver a los autores de la crisis financiera castigados, pero hay que sentir un poco de pena por Standard & Poors, la agencia de ratings demandada por el gobierno por su papel en el desastre.
S&P está claramente contra la pared en este caso. Llegamos a esta conclusión por la desesperada defensa que presentó en los tribunales la semana pasada: que la demanda federal era una represalia por la rebaja de calificación al gobierno en agosto de 2011.
Como táctica de distracción, es brillante (atrajo mucha atención en los periódicos y webs de noticias). Pero como argumento legal, es claramente absurda. Y es un torpe intento de apartar el tema principal, si la firma es realmente culpable de fraude.
Hay mucho en juego en esta batalla legal. El gobierno busca recuperar más de 5000 millones de dólares en pérdidas que la empresa supuestamente provocó al darle a activos hipotecarios tóxicos unas inapropiadas calificaciones máximas.
La demanda, presentada en febrero en un juzgado federal de Santa Ana, cita numerosos emails e informes internos que sugieren que S&P sabía que el mercado hipotecario se estaba hundiendo. Aún así, la firma mantuvo las clasificaciones brillantes a los activos inmobiliarios que servían a sus clientes: los bancos que emitían los pésimos activos, pero los necesitaban revestir de clasificaciones AAA antes de lanzarse a por los inversores.
El gobierno alega que S&P cometió fraude al asegurar de forma continuada que sus procesos de rating eran inmunes a la presión de los clientes y por tanto rigurosamente objetivos. En otras palabras, los inversores que compraron los activos hipotecarios pensando que las calificaciones de S&P eran fruto de un análisis inmaculado fueron engañados.
En los últimos meses S&P ha intentado varias defensas, que han sido crecientemente delirantes, pero la última, presentada en el juzgado la semana pasada, se lleva la palma.
Veamos primero la defensa de “la represalia”. Lo que resulta encantador de ella es que hay gente en el mundo que todavía se toma en serio la rebaja de crédito al gobierno de 2011. En concreto, los abogados de S&P.
La rebaja tuvo grandes titulares durante unas horas en 2011. S&P había avisado durante meses de que se iba a producir, porque la maquin aria de Washington no conseguía reducir el déficit federal. Muchos analistas decían que la rebaja haría que subieran los intereses de la deuda pública, aumentando los costes de financiación del gobierno. “Creará incertidumbre”, era el comentario general.
¿Qué pasó cuando llegó la rebaja? Los tipos de interés de hecho bajaron. El bono a 10 años, que estaba en el 2,56% el día de la rebaja, cayó a 1,62% en mayo (desde entonces ha vuelto a subir, sobre todo por los temores de que la Reserva Federal acabe con las inyecciones). Desde entonces, la maquinaria de Washington se habrá vuelto peor, pero es que lo cierto es que ha recortado el déficit a la mitad como porcentaje del PIB.
En su demanda de la semana pasada, S&P no dice quien habría ordenado la supuesta represalia, o como o por qué a nadie del gobierno le importaría la rebaja, visto como se han desarrollado los acontecimientos, que lo que han hecho es dañar todavía más la ya maltrecha reputación de S&P como experto financiero.
Lo que se perdió en la cobertura mediática de la demanda por la demanda de represalia es otra defensa aún más sorprendente que S&P ofrecía en el mismo documento. En ella, S&P argumenta básicamente que para empezar, nadie debería haberse tomado en serio sus calificaciones. Las calificaciones, dice, “no son indicadores de la calidad de la inversión, no son recomendaciones de compra, venta o mantenimiento de la posición, y no deberían usarse como base para aconsejar inversiones”.
Esto nos lleva directamente al tema de qué se supone que hacen las empresas de rating. Están en el mercado para dar asesoramiento a los inversores. Si eres un inversor que quiere comprar instrumentos de crédito, la pregunta número uno es “¿Cómo de solvente es el vendedor?” Esa es la pregunta por la que existen empresas como S&P.
Si no es eso, ¿a cambio de qué cobraba S&P? Sus abogados no lo dicen, pero los entendidos en el negocio financiero sí: la empresa proporcionaba cobertura. Ningún intermediario de activos sería despedido por lanzarse con un activo hipotecario, por muy dudoso que fuera, si llevaba el seal of approval de S&P (o de sus rivales Moody’s y Fitch).
Esos ratings que S&P dice ahora que no significaban nada, por cierto, no eran baratos: S&P cobraba hasta 750.000 dólares, por una parte de una cesta de activos inmobiliarios llamada “obligación de deuda colateralizada”. La empresa recaudó más de 1000 millones en facturación a bancos de inversión, y otros emisores, por todo tipo de activos inmobiliarios entre 2005 y 2007, el periodo en el que el gobierno dice que inflaron sus clasificaciones.
Los intermediarios fueron eximidos de llevar a cabo sus propias evaluaciones para comprobar si préstamos hipotecarios monstruosamente malos se escondían tras esos activos: se suponía que S&P ya lo había comprobado. El gobierno alega que S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones porque temía que la medida le hiciera perder cuota de mercado en el negocio de calificar activos inmobiliarios. A nadie le gustan los aguafiestas, y tampoco nadie paga para que le den una mala calificación.
Muy interesante, espero que caigan al hoyo, y con esta defensa, se lleven a todas las empresas de rating con ellos.
Me ha costado, pero aquí es donde están estos sinverguenzas en España:
STANDARD & POORS
Marqués de Villamejor, 5
28006 , MADRID
#9 La verdad es que es una faena eso de tener que entrar en Google Maps y escribir tanto
#18 A veces no vemos la via mas sencilla.
¿Pero realmente hacía falta que ellos mismo lo dijeran?
en el documental "Inside job", cuando le preguntaron a unos directivos de agencias de calificación, todos decían que solo eran sus opiniones....
#5 Interesante documental, pero lo que más me llamó la atención es lo que decía Christine Lagarde en ese documental y lo que dice ahora, pura hipocresía en su máxima expresión.
#7 Yo cuando fue elegida para el FMI me acordaba del documental y tenía muchas esperanzas. Esta visto que mintio como si no hubiese mañana.
#26 y en #5 también lo decia alguno
¿Y cobrar por algo que no sirve para nada no es una estafa?
#6 No exactamente. Cobrar por algo que no vale para nada pero diciendo que sí vale es estafa.
#15 ejemplo: las Power Balance
#6 Pregúntale a Urdangarín que de eso sabe.
A mí a lo que me lleva todo esto es a una regla práctica: nunca te fies de una tasación o un rating pagado por el vendedor. Fíate solamente si lo ha pagado el comprador.
#16 Es lo que dice la propia ley y en Europa básicamente dice lo que diga la ley americana.
http://es.wikipedia.org/wiki/Agencia_de_calificaci%C3%B3n_de_riesgos#Oligopolio_producido_por_la_legislaci.C3.B3n
No he encontrado la ley tal cuál. Espero que esto te valga para investigar el asunto, yo se lo oí mencionar a Juan Ramón Rallo en una conferencia pero hace ya tiempo, así que no recuerdo bien todos los detalles.
Mirar hace unos años había muchas más agencias de calificación y el mercado estaba liberalizado, las agencias vivían de su credibilidad, nadie tiene una bola de cristal y menos en economía pero al menos vivían de su credibilidad.
Hubo un escándalo cuando una gran empresa callo la gente pidió el gobierno que hiciera algo y se quejaban por la equivocación de las agencias que habían valorado erróneamente la deuda de esa empresa como poco arriesgada, entonces el gobierno de EEUU lo que hizo es hacer oficiales a 3 agencias de calificación, creo que 3 sino me equivoco, que son las que conocéis ahora que siempre salen en las noticias.
Aparte se obligo por ley a tener que usar sus servicios obligatoriamente para la compra de ciertos activos, resultado ahora ya no viven de su credibilidad, es un oligopolio y además obtienen sus beneficios de un mercado cautivo la gente tiene que acudir a ellas para ciertas cosas si o si.
Es una de tantas de esas veces que el gobierno con la mejor de las intenciones da una solución que es peor que el problema. Y es que en el mundo, en economía, hay incertidumbre no riesgo.
#8 Perdona tienes algún link de todo eso que dices de que "se obligó a usar sus servicios para la compra de ciertos activos"?
Tienen que estar realmente complicados como para asumirse que eran solo un panfleto de colores.
Por cierto, creo que seguimos pagando a esta gentuza para que nos ponga la famosa prima de riesgo como mejor le interese a ellos.
no se si ponerme a reir o a llorar. A reir mejor, que fuerte me parece! y esto es una defensa legal? que clase de abogados tiene esta gente? espera si, esos de 500 dolares la hora!
me ha entrado una risa! #0 gracias por el aporte
#51 Es como la defensa de los presidentes/consejeros de las cajas puestos a dedo por nuestros políticos que alegaban no tener ni puñetera idea de contabilidad, que simplemente se limitaban a cobrar sus grandísimos sueldos y a vivir que son dos días.
En mi opinión esa alegación más que un eximente/atenuante es un clarísimo agravante: ¿si no sabes pa' qué te metes? ¿y por qué cojones un político te pone ahí sabiendo que no tienes ni la menor capacitación para el cargo? a mi me parece un ejemplo de libro de delito (¿prevaricación?), pero míralos ahí los tienes a todos más contentos que un ocho y a nosotros pagando el agujero que han creado para llenarse sus bolsillos
Juro que cuando leí el titular, lo primero que me vino a la mente fue el sonido de las risas enlatadas...
Son calificaciones homeopáticas
Ahora, sigo diciendo que el dia despues al estallido de la I Gran Crisis Mundial Quemecagotoa del 2008, se le tenian que haber desposeido a todos los economistas y asimilados de sus titulos universitarios, capacitaciones, y demas documentos analogos.
Joder, si esto, no lo veian venir, y aun estando sentados encima del dragon, no notaban el calorcito, una de dos, o son todos un atajo de retrtasados, u hoygan, ni puta idea de esto tienen, llabeuste....
Estos gastan más cemento que ACS (para ponerselo en la JETA)
Joer con Normales y Pobres...
Es como cuando ibas al banco a pedir una hipoteca y te decían que hacía falta una tasación... de una sociedad de tasaciones independiente y que ya la pedían ellos
jajajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!!!
No, si ya lo sabiamos, pero faltaba la confirmacion oficial...
Ay, que me desorino.....
En cierto modo son marxistas:
¿Como pueden aceptar unas calificaciones dichas por alguien como nosotros?
Coño, entonces, ¿a qué se dedicaban? A opinar?
¿Montas un negocio impresionante sólo para que tus empleados opinen en torno a una mesa? ¿y les pagas para eso?
Si recibes un encargo, ¿no avisas a tu cliente que sólo son tus opiniones sin fundamento?
¿Hay más payasos como estos en el mundo de la economía?
#27 La pregunta correcta creo que es:
¿Hay en el mundo de la economía personas que no sean payasos como estos?
#29 Probablemente no! El problema es que para llegar a optar a un puesto de esos tienes que ser una persona sin escrúpulos, apuñalar a algún compañero por la espalda y practicar el cinismo sin que afecte a tu descanso. Y la gente así para mi es indesable, sin embargo hay que serlo para llegar a las grandes esferas, el sistema ha degenerado en eso...
Es clave cambiarlo!
#27 La economía actual es especulación, desprecia el trabajo real.
Como diría un conocido mío: "Olé! Tus huevos, capao!"
#45. Eso también.
Los ingleses y su sutil "should" versus "must". En oraciones negativas, debe provocar orgasmos a los abogados.
#39 Que tiene de sutil ?
#43 Hmm, ¿que en otros idiomas, como el castellano, en un solo verbo? ¿Que shall puede actuar como verbo normal o como auxiliar de subjuntivo?
A ver si los toletes de nuestros políticos acaban siendo igual de sinceros.
Lo peor de todo es que incluso cuando era evidente que no servían para nada se seguía usando.
Sus calificaciones de estas agencias no valen nada. Y tampoco vale nada todo lo que salió y sale en los medios de comunicación con "información" originada en las calificadoras. Son millones de horas perdidas frente al televisor y millones de árboles talados convertidos en las mentiras de éstos y otros estafadores. Pero lo peor el daño que han hecho a toda la humanidad. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo en "expertos" que no lo son?
#3 Me parece que hablas de hace 5 años. Ahora mismo no creo que haya tanta gente que crea en ellas. De hecho, al menos entre gente mínimamente informada, tienen una pésima imagen, y cero credibilidad. Este mismo artículo meneado, con ese tono concluyente y hasta sarcástico, habría sido impensable hace algún tiempo en un periódico americano.
#4 Si te fijas ya no se habla nunca de si a un pais u otro le han bajado la calificación a BBB o cosas asi...
JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA
NUESTRAS CALIFICACIONES SON IMAGINARIAS.
No soy bueno en economía, pero esto no prodría servir de alguna forma para rebajar la deuda??
Si se demuestra que la prima de riesgo subió de forma injustificada, habría que recalcular los intereses a pagar a largo plazo, ¿no es asi?
#20 No. Las operaciones de compra que ya se cerraron, cerradas están. No puedes ir dos años después a un tipo que te compró un bono y decirle "oye, que de aquel bono que me compraste, me tienes que dar ahora algo más de dinero".
Para lo que sí debería servir esto es para quitarle valor, y por tanto influencia sobre el mercado, a las opiniones de estos vendemotos.
Hay que ser gilipollas para creerse a estos idiotas que ganaban creyéndose gurus y resultaron ser timadores.
#0 "Standard & Poors alega como defensa en su juicio por estafa que sus calificaciones no sirven para nada [ENG]"
Eso ya lo decían algunos en el documental Inside Job:
Jajaja esta si q fue buena
Para mi lo más hipócrita es que al derecho de la noticia aparece el índice S&P500, que son las 500 empresas donde te recomienda Standard y Poors poner la pasta. No se dan cuenta los del diario???
y es verdad. todo lo que hace este tipo de gentuza no vale para nada, pero curiosamente son los que más ganan...
Las Agencias de calificaciones no tienen la obligación de garantizar la buena marcha de los mercados ni el respeto a las normativas nacionales, tampoco velan por la seguridad de las inversiones ni la buena fe de los gestores de las entidades financieras...digo yo que tampoco toman las decisiones de compraventa, digo yo...pero bueno, igual si estamos mareando la perdiz con tonterías durante unos años, se acostumbra el personal o se desenfada...digo yo...un asesoramiento malo, inadecuado o errado no es una estafa (o no tiene porqué) La estafa requiere engaño bastante y previo y el engaño requiere dolo, voluntad y conocimiento...
#30. Si el consejo o asesoramiento es malo o erróneo, no es estafa, pero si lo haces adrede, sí, porque estás cobrando por unos informes que sabes que son falsos y engañas dolosamente a tu cliente.
Y si encima eres una firma importante, dicho engaño es bastante como para hacer caer a tus clientes.
Ahora falta saber la causa, el porqué, de dicha mentira y engaños constantes.
#30 un asesoramiento malo, inadecuado o errado no es una estafa (o no tiene porqué) La estafa requiere engaño bastante y previo y el engaño requiere dolo, voluntad y conocimiento Pues parece que había de todo eso. Según el artículo
S&P sabía ya en 2005 que las tasas de morosidad de los créditos que avalaban los activos se estaban disparando, pero no rebajó las calificaciones
¿Por qué? (también respuesta para #34)
porque temía que la medida le hiciera perder cuota de mercado en el negocio de calificar activos inmobiliarios
Así que tuvieron el conocimiento, y la voluntad de no transmitirlo, lo que constituye el dolo que demandas.
#34 #37 Yo no digo que no haya habido engaño (lo cierto es que tampoco sé más detalles y hablo por lo que leo aquí) pero la clave está, en los delitos de estafa y en nuestro código penal, en el "bastante". No basta con el engaño, éste debe ser suficiente para vencer la debida diligencia de la otra parte de tal manera que la obligue a realizar un acto de disposición favorable al estafador que no se hubiera producido sin ese engaño.
Es posible que las agencias intentaran engañar a sus clientes, pero también es posible que éstos se dejaran engañar por su propia conveniencia y no comprobarán diligentemente la veracidad de la información que se les suministraba con lo que no habría estafa.
Ésto, repito, aquí en España y con lo que sabemos del sumario que es más bien poco.
Salvo mejor opinión, por supuesto. Supongo que actuaron de mala fe, pero me da que no fueron los únicos...