«En eso hay mucho que decir -respondió don Quijote-. Dios sabe si hay Dulcinea o no en el mundo, o si es fantástica o no es fantástica; y éstas no son de las cosas cuya averiguación se ha de llevar hasta el cabo. Ni yo engendré ni parí a mi señora, puesto que la contemplo como conviene a una dama»
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Para un forense es muy sencillo determinar, en vista de las lesiones provocadas por un traumatismo, si durante el mismo el corazón estaba o no bombeando sangre.
A mí lo que me da incluso más repelús que la posibilidad de estos accidentes es la creciente facilidad con la que tanta gente pone en duda procedimientos ampliamente verificados por la ciencia en base a un "yo es que estoy de vuelta y ya te digo que esto es una mentira piadosa o un complot de la aseguradora".
Ésa es precisamente la base sobre la que se asientan "debates" que parecían olvidados como el de los antivacunas: "yo no sé ni de qué va el tema pero te puedo dar una explicación completa y me quedo más tranquilo".