Bulimia, obesidad, ansiedad, depresión, hipoglucemia, prediabetes, candidiasis, inflamaciones, etc. todos ellos son consecuencia de la adicción al azúcar, es decir a la sacarosa refinada. Su adquisición es legal y se encuentra en el 99% de los alimentos. Así como otras drogas crean marginación social a quienes las consumen, el azúcar no, mas bien los anuncios, las gigantes corporaciones alimenticias y las situaciones sociales nos empujan a consumirlo... para convertirnos en enfermos crónicos.