Aunque ni yo ni mi profesión somos nada especial, he observado que en Menéame abundan los prejuicios sobre mi oficio y quienes lo componemos. Me gustaría contribuir a que nos conozcáis mejor, con nuestras luces y nuestras sombras. Espero que entendáis que debo guardar secreto sobre ciertos asuntos y que raramente pueda hacer alusiones personales. Y soy cebollista.
Respondo desde el 2 de diciembre por la tarde a una hora indeterminada.