A la cantante y compositora Lily Allen tener un perro le ha salido caro. La historia se remonta al pasado 22 de agosto, cuando la artista contaba en su podcast, Kiss Me?, cómo su nueva mascota “arruinó su vida” por haberse comido su pasaporte y el de sus hijos, por lo que no pudieron volar a Inglaterra, donde se encuentra su padre, cuando tenían planeado. La artista, finalmente, tomó la decisión de devolver a la perra a la protectora donde la adoptó. Desde entonces, Allen, de 39 años, ha tenido que enfrentarse al duro escrutinio de las redes so
Comentarios
Caerle mal a la comunidad Mundo Perro es pero que una fatua iraní.
Mundo de gilipollas. Abandonar las redes es salud.
Ningún animal tan sobre valorado como el perro.
arruino su vida por romper un pasaporte.Que vaya informandose a ver donde puede aparcar a sus hijos...
Que no se preocupe. La semana que viene será otra persona el blanco de las críticas y se habran olvidado de ella. Solo hay que mantener un perfil bajo unos días y no hablar del tema. Bienvenida a la era de la información flash!
Aunque no sacrificaron al perro...
Cuando el culpable eres tú (por dejar documentacion sensible al alcance de un perrete), pero no tienes la humildad de aceptarlo.